Momentos antes de la proyección de Johannes en la Fnac: en el centro, protagoniza la instantánea el realizador Toni Mollá. A su derecha se ve el perfil de Jorge Bautista, realizador de los videoclips de Big City y corresponsable de la empresa de iluminación Zetac. Guzmán Sanz aparece hablando por teléfono y, con el número 7, Andrés, mi espectador más joven y más crítico.
El realizador de Aragón Noticias Toni Mollá me manda este comentario iluminador sobre Johannes, después de haber visto la película el pasado martes en la Fnac. Toni es director de los cortometrajes Pronóstico reservado, con Javier Bardem y Jordi Mollá, y El canto de las sirenas, protagonizado por Carmen Cuello.
Además de profesor de toda una generación de profesionales del medio audiovisual, entre los que me incluyo, Toni es un padrazo responsable, que no mataría ni a una mosca, pero que tiene claro que más sabe el diablo por viejo:
Hola Gra.
Según se mire tu videograma puede ser devastador desde el punto de vista moral. Lo que más quiere en el mundo Abraham es a su hijo. Y Dios le pone una prueba de fe. Llega un ángel y le dice:”altooooo, ¿dónde vas animal?”. Y Abraham le contesta: “¿Dios está jugando conmigo? ¿Quién es ese Dios que se dedica a jugar con la inocencia de la gente? Ahora me enfado y mato lo que más quiero.”
Disculpa, mi hijo me ha pedido que le haga un bocadillo de atún. Ahora vuelvo.
Ya estoy aquí. Espera. Se me ha colado una mosca en la habitación. La he capturado con un bote y la he soltado por el balcón.
Seguimos.
Bien. Lo mata. ¿Concluye el relato? No. Su hijo resucita y habla. La palabra resucita. El relato pervive, continúa. La muerte no es el final. Pero, no sólo Dios y sus ángeles guían la historia. Llega el hombre enfadado que se rebela y dice: “ahora la cuento yo a mi manera y pongo punto y final”. ¿Se esperaba Abraham el resultado? No, por supuesto. Él sólo es un hombre. Pero, el milagro de la resurrección ¿es una gracia de Dios u otra triquiñuela del narrador?
Bueno. Bueno. Bueno. Vamos a decir que se trata de una cuestión de fe. Es decir, yo tengo fe en lo que se me pide, tengo fe en la palabra porque viene de un ser muy grande. (A todo esto hay que decir que el Diablo también engaña). Voy a cumplirlo pero descubro que me toman el pelo, lo mando todo a la mierda y se me ofrece un milagro.
Vamos a suponer que hay milagros constantemente.
Pero si no los hay…es el Diablo el que nos engaña. Y entonces da igual que resuciten la carne, la palabra o su puta madre.
Un beso.
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